Enero 2025
El temor a los fraudes y las estafas en línea es una de las principales razones por las que las personas mayores se sienten inseguras al usar dispositivos digitales. En nuestros talleres de introducción a las nuevas tecnologías, hemos comprobado que este miedo proviene de la falta de confianza en el entorno digital. Por ello, a continuación, compartiremos 5 estrategias clave para fortalecer tu seguridad en línea y disfrutar de una experiencia más segura de navegación.
En primer lugar, recomendamos utilizar contraseñas seguras que incluyan una combinación de mayúsculas, letras y números. Además, es crucial que tengan una longitud mínima de 8 caracteres e incluyan símbolos o signos de puntuación. También se aconseja usar contraseñas diferentes para cada cuenta; no es necesario crear una completamente nueva cada vez, a veces basta con hacer pequeñas variaciones. Por ejemplo, se puede añadir una palabra relacionada con la cuenta, como “banco” o “dinero” si se trata de una cuenta bancaria. Para saber más puedes consultar nuestro artículo sobre Navegar Seguro – Cuidado con tus datos personales y bancarios.
Es igualmente importante almacenar las contraseñas en un lugar seguro y compartirlas solo con personas de confianza. En este sentido, no existe un consenso claro sobre el mejor lugar para guardarlas, se trata de una decisión muy personal. Algunos prefieren anotarlas a mano, mientras que otros optan por aplicaciones móviles diseñadas para este fin. Lo esencial es asegurarse de que no estén al alcance de personas no autorizadas. Por último, para acceder a aplicaciones que contienen información sensible, es recomendable hacerlo desde la seguridad de tu hogar.
En segundo lugar, es de vital importancia descargar las aplicaciones desde los sitios oficiales: Play Store o App Store. No es nada recomendable seguir enlaces o pulsar pantallas de anuncios para hacerlo. Además, antes de descargar un nuevo juego u similar, debemos fijarnos en tres aspectos: que el número de descargas sea superior a 1K, que el número de estrellas esté por encima de 3.5 y, opcionalmente, se pueden leer las reseñas de otros usuarios para terminar de deliberar si descargar o no. Finalmente, muchas de las aplicaciones al descargarlas, te piden datos de la tarjeta de crédito. Si no quieren hacerse compras en la aplicación pulsa saltar u omitir.
En tercer lugar, existen varios métodos para detectar SMS fraudulentos, destacando especialmente tres. Primero, faltas de ortografía: es importante estar alerta ante errores en la redacción, ya que los mensajes fraudulentos a menudo no tienen una gramática adecuada. Segundo, apelativos cariñosos: desconfía si el mensaje utiliza un tono excesivamente familiar o coloquial. Y tercero, lenguaje alarmante: ten cuidado con expresiones como “alarma”, “urgente” o “inminente”, así como el uso excesivo de mayúsculas. Además, es fundamental verificar siempre si el mensaje proviene de una empresa o servicio con el que realmente se tenga relación. En lugar de hacer clic en enlaces externos, es más seguro llamar directamente a la empresa para confirmar la autenticidad del servicio.
En cuarto lugar, para verificar la autenticidad de mensajes de WhatsApp, es importante saber que ninguna empresa de servicios públicos en España (como agua, luz o gas) contacta a sus clientes por esta vía. Además, debemos estar alerta si el prefijo del número que nos escribe, no es español (+34), especialmente si no conocemos a nadie en el extranjero. Si se recibe un mensaje solicitando un favor, nunca se debe compartir información personal antes de verificar la autenticidad del mensaje a través de otros medios, como llamando directamente a la persona o preguntando a familiares y amigos.
En definitiva, es importante reconocer que nadie está exento de ser víctima de una estafa, y no es nuestra culpa si nos sucede. Si detectas una situación sospechosa, asegúrate de informarlo a un ser querido o a las autoridades. No guardes la información para ti. Asimismo, es fundamental tener cuidado al divulgar datos personales, como el DNI, información bancaria o facturas. No hay que tener miedo a las nuevas tecnologías, pero siempre es recomendable seguir la máxima: mejor prevenir que lamentar.
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